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A continuación, un breve resumen de las diferentes Patologías que atendemos.
Obesidad y Sobrepeso

La obesidad ha sido definida como la epidemia del siglo XXI. En nuestro país uno de cada cinco chilenos es obeso, lo que trae complicaciones mayores al sólo hecho de los kilos demás, tales como infarto al corazón, hipertensión arterial, dislipidemias y diabetes mellitus tipo 2. La gordura ya dejó de ser parte de la hermosura, la obesidad se ha transformado en estos últimos años en uno de los problemas de salud pública más graves de nuestro tiempo. Se calcula que en el 2010 habrá en nuestro país 7,5 millones de adultos obesos y 1,5 millones de niños en igual condición.
La obesidad es una enfermedad crónica en la cual se produce un aumento en la cantidad de grasa corporal a un nivel riesgoso para la salud. Este incremento se mide internacionalmente a través del índice de masa corporal -IMC- y se considera peligroso cuando es igual o superior a 30 kg/m2.
En Chile, según datos del Ministerio de Salud del año 2003, la prevalencia de obesidad en mujeres es de 27,3%, mientras que en los hombres es del orden del 19,2%, entrando un 1% en la categoría de mórbidos.
Diabetes
La Diabetes es una enfermedad crónica que incapacita al organismo a utilizar los alimentos en forma adecuada. Al ingerir los alimentos estos se descomponen convirtiéndose en una forma de azúcar llamada glucosa, que es el combustible que utilizan las células para proveer al organismo de la energía necesaria. Este proceso de transformar los alimentos en energía se llama metabolismo. Para metabolizar la glucosa adecuadamente, el organismo necesita una sustancia llamada insulina la cual es una hormona producida en el páncreas, cuya función es regular el uso de la glucosa en el organismo y por lo tanto es esencial en el proceso.
Las personas con diabetes no producen suficiente insulina para metabolizar la glucosa, o la insulina que producen no trabaja eficientemente, por lo tanto la glucosa no se puede alojar en las células para ser transformadas en energía (metabolismo) y se acumula en la sangre en niveles elevados.
La insulina permite a la glucosa alojarse en las células para que éstas la utilicen como combustible, manteniendo a su vez los niveles de glucosa en la sangre dentro de lo normal (70 a 110 mg./dl). Existen muchas causas para ambos cuadros. El tratamiento involucra tratar de reajustar el metabolismo corporal hasta un índice normal.
La diabetes no tiene cura, pero es controlable. Es necesario que tanto el paciente como su familia reciban atención de un equipo médico para que así aprendan a tratarla y al mismo tiempo, evitar sus complicaciones tales como: problemas renales, amputación de extremidades inferiores o ceguera.
Hipertensión Arterial
 La hipertensión arterial (presión sanguínea alta), se define como aquella presión mayor o igual a 140 / 90 milímetros de mercurio, comúnmente referida como 14 / 9, registrada en un mismo paciente en varias oportunidades y cumpliendo con los requisitos de reposo previo y demás indicaciones.
El registro de la presión sanguínea estima la presión máxima o sistólica, y la presión mínima o diastólica. Existen factores que pueden influir en la presión de una persona y que resumiremos como factores ambientales, genéticos, obesidad, dieta rica en sodio y pobre en potasio, con exceso de alcohol o grasas, el sedentarismo, y los factores psicológicos como el estrés.
Según su etiología u origen, la hipertensión arterial suele dividirse en esencial (o de causa no demostrable) en el 90 % de los casos, o secundaria a trastornos renales, fármacos (corticoides, anticonceptivos orales, etc.), por trastornos endocrinos (glandulares), etc. Estas últimas constituyen el 10 % de los casos de hipertensión arterial, y si se logra reconocer la causa suele curarse al tratar la afección que le dio origen.
Los riesgos de la hipertensión arterial suelen ser el desarrollo de accidentes cerebrovasculares (derrame cerebral o trombosis), infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, etc. La hipertensión suele ser asintomática en la mayoría de los casos, o ir acompañada de dolor de cabeza, sobre todo en la zona posterior, de aparición matutina.
Enfermedades Tiroideas
La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la tráquea. Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas. La glándula tiroides ayuda a establecer el metabolismo (la manera en la cual el cuerpo obtiene energía de los alimentos que se ingieren).
Millones de personas en el mundo tienen enfermedades tiroideas. La mayoría es mujer. Si padece de una enfermedad tiroidea, su cuerpo consume la energía más lenta o más rápidamente de lo debido. Una glándula tiroides que no sea lo suficientemente activa, hipotiroidismo, es mucho más común. Esta puede provocar que suba de peso, fatiga y dificultad para lidiar con las bajas temperaturas. Cuando la tiroides es demasiado activa, produce más hormona tiroidea que aquella que el cuerpo necesita. Ese cuadro se llama hipertiroidismo. El exceso de hormona tiroidea puede hacerlo bajar de peso, aumentar la frecuencia cardiaca y hacerlo muy sensible al calor.
Enfermedades Respiratorias
Debido al fenómeno de la ventilación, el pulmón y las vías aéreas están continuamente expuestos a microorganismos ambientales, los que causan con frecuencia infecciones. Las infecciones que van desde la nariz hasta el último alvéolo de los bronquios son las llamadas enfermedades respiratorias.
La infección depende del tipo de bacteria, de las condiciones generales del paciente y de si es alérgico o no.
En la mayoría de los casos estas infecciones no son peligrosas, como el resfrío común, no comprometiendo la vida. No obstante, por su elevada frecuencia, éstas son la primera causa de consulta médica, produciendo pérdidas económicas importantes por ausencias laborales.
Por otra parte, en algunos casos las infecciones llegan ser muy graves, como lo demuestra el hecho de que las infecciones respiratorias son la primera causa de muerte entre las enfermedades infecciosas.
En ciudades de clima frío o muy contaminadas, las enfermedades más comunes son las que afectan el sistema respiratorio. Algunas de ellas son las gripes, resfriados y bronquitis, sin olvidar el asma.
Estas enfermedades son causadas por microorganismos que pasan de una persona enferma a otra sana, por el aire, al hablar, al toser o simplemente al respirar.
También pueden trasmitirse por los besos, por la saliva y al comer con los cubiertos y en la vajilla que utilizó un enfermo. Los virus o bacterias pueden atacar cualquiera de las partes del sistema respiratorio.
Las infecciones en vías respiratorias, en su mayoría, son de corta duración y mejoran sin necesidad de tratamiento. Poco a poco los menores van conociendo las bacterias y preparando sus propias defensas, hasta que llegan a adultos, cuando raramente sufren de este tipo de enfermedades.
Enfermedades Cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares constituyen un grupo complejo que corresponde, por una parte, a las diversas variedades de cardiopatías, y por otra, a los problemas de patología de los vasos arteriales y venosos. La actual Clasificación Internacional de Enfermedades y Causas de Muerte incluye en este grupo a los accidentes vasculares del sistema nervioso central y algunos países igualmente incorporan la patología renal de origen vascular.
Se estima que aproximadamente un 1 a 2% de la humanidad sufre de afecciones cardiovasculares sintomáticas. Este grupo de enfermedades constituye el principal problema de salud en las comunidades desarrolladas y aparece con una importante frecuencia en las subdesarrolladas. La experiencia mundial muestra una tendencia al incremento que, en parte, es un fenómeno de tipo relativo, derivado del control de las enfermedades prevenibles que ha permitido un envejecimiento progresivo; igualmente hay evidentes progresos en los sistemas de diagnóstico y de registro.
Por otra parte, en diversas comunidades se aprecia un aumento real, especialmente de aterosclerosis e hipertensión arterial dependientes de los cambios en los hábitos dietéticos, las características de la vida moderna (sedentarismo y tensión emocional) y la tendencia migratoria de las poblaciones rurales.
Enfermedades Reumáticas
Las enfermedades reumáticas pueden ser inflamatorias o no inflamatorias y pueden afectar a las articulaciones, músculos, tendones, bursas, vasos sanguíneos y huesos. Además, algunas afecciones pueden comprometer algunos órganos vitales, como corazón, pulmón, hígado, riñón, etc. Es así que algunas pueden ser leves y otras graves.
Entre los reumatismos no articulares (de partes blandas) tenemos las Bursitis, Tendinitis, Fibromalgia, etc. En el último tiempo, se ha detectado el incremento del Síndrome de Hipermobilidad Articular que frecuentemente se asocia a la Fatiga Crónica y a síntomas derivados del compromiso de otros órganos debido a la debilidad de los tejidos. La Osteoporosis, es la pérdida de densidad de los huesos lo que puede llevar a fracturas. Entre las enfermedades no inflamatorias, la más frecuente es la Artrosis, entre las inflamatorias destacan la Artritis Reumatoidea, la Artropatía Psoriática, la Enfermedad de Sjögren, el Lupus Eritematoso Diseminado (LES), la Gota, la Pseudogota (Condrocalcinosis), Polimialgia Reumática y otras Enfermedades del Colágeno.
Alergias
Podemos definir la alergias como una respuesta exagerada del organismo que tienen algunas personas cuando se exponen a determinadas sustancias (alergenos) del medio ambiente o cuando ingieren ciertos alimentos o medicamentos.
La causa de una alergia no debe atribuirse a una sustancia en concreto, sino al individuo, que está predispuesto genéticamente a desarrollar una respuesta exagerada.
Aproximadamente 10 de cada 100 personas heredan la predisposición a estas enfermedades. No se hereda la alergia en si; el individuo tiene que exponerse a los factores causantes de alergia para sensibilizarse.
Depresión y Trastornos del Animo
La depresión es muy común, se estima que alrededor del 18% de la población sufre depresion a lo largo de su vida, siendo el doble mas frecuente en la mujer.
La depresión no solo afecta al paciente, también lo hace a su familia y aquellos alrededor de su entorno. Hay varios subtipos de depresión y es muy importante saberlos distinguir tanto para su correcto diagnóstico como para un adecuado tratamiento.
La ansiedad es un fenómeno normal fisiológico del organismo frente al estrés, que nos protege y nos avisa como señal de alerta ante situaciones de peligro. Cuando esta aparece en circunstancias normales es cuando se considera patológica porque interfiere en el desarrollo de nuestra actividad diaria.
Es por lo tanto muy importante distinguir los sintomas entre la ansiedad propiamente dicha, y el estado de agitación interna emanado de una depresión mixta, porque los tratamientos son diferentes y las consecuencias para la salud del paciente son determinantes.
Alzheimer
Esta enfermedad -el tipo de demencia más común, seguida después por la arterioesclerosis o demencia vascular- produce una pérdida de células nerviosas en las áreas del cerebro, que son vitales para la memoria y otras funciones mentales.
La demencia, llamada por mucho tiempo "senilidad" y considerada parte inevitable del envejecimiento, se refiere a la pérdida severa de las habilidades intelectuales y sociales, que dificultan nuestras funciones diarias. No se trata de un fenómeno normal que afecte al ser humano al envejecer, sino de una patología causada por diversos factores.
El primer síntoma de Alzheimer puede ser una pérdida leve de memoria, para luego afectar el lenguaje, razonamiento, comprensión, lectura y escritura. Personas que sufren esta condición pueden volverse ansiosas o agresivas y, en algunos casos, pueden irse de su casa y no recordar cómo regresar.
A medida que el mal progresa, se hace necesaria una supervisión constante del afectado. Fallas en la memoria, incapacidad para realizar labores rutinarias -como vestirse, cocinar, etc.-, e incluso incapacidad para comunicarse con los demás (formando frases ininteligibles al unir palabras sin sentido) son características de esta enfermedad.
Trastornos del Sueño
Muchas veces nos encontramos con dificultades para dormir o para despertarnos. Cuando estos problemas se transforman en situaciones que se mantienen en el tiempo, podemos hablar de trastornos del sueño. Esta afección es definida como cualquier tipo de dificultad relacionada con el hecho de dormir, incluyendo dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, tiempo de sueño total excesivo o conductas anormales relacionadas con el sueño.
Estas conductas afectan calidad de vida de las personas, al sentirse cansada, con poca concentración o irritable o simplemente el hecho de que la noche se hace una tortura, porque se sufre tratando de conciliar el sueño. Pero también hay casos en los que el trastorno del sueño puede predisponer a enfermedades serias, como ocurre con las alteraciones respiratorias durante el sueño (apneas, detención de la respiración de segundos de duración), que se ven principalmente en roncadores.
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