Para entender qué son los Factores de Transferencia, primero se debe comprender la importancia del sistema inmunológico (defensas) de nuestro organismo.
Constantemente, nos contagiamos con diferentes elementos nocivos del ambiente. Si nuestros organismos no tuvieran “defensas”, simplemente moriríamos en un muy corto plazo.
Al mismo tiempo, nuestro sistema inmune nos protege frente al desarrollo de células cancerígenas.
Sucede que, si un organismo tiene un sistema inmune muy débil, entonces queda propenso a desarrollar variadas enfermedades; a su vez, si el sistema inmune se encuentra extremadamente fortalecido o alto, se generan diversos trastornos, como por ejemplo la leucemia.
Las células de nuestro sistema inmune tienen una duración determinada y son constantemente reemplazadas por células nuevas e ingenuas. Es en este punto donde los factores de transferencia son de gran importancia.
Los Factores de Transferencia son moléculas naturales y microscópicas que viven en todos los seres vivos, su tarea es “educar” a las nuevas células de defensa para cumplir su función de mantener y proteger al organismo.
Los Factores de Transferencia, en el caso de los humanos y animales mamíferos, se encuentran en la leche materna (calostro), y en el caso de los animales que se reproducen por huevos, los Factores de Transferencia se encuentran en la yema de huevo.
En resumen, los Factores de Transferencia apoyan a las defensas del organismo más que ninguna sustancia nutricional conocida y se han aplicado con éxito en el tratamiento de enfermedades provocadas por virus, bacterias, hongos, cánceres, enfermedades neurológicas o autoinmunes.
¿Cómo funcionan los Factores de Transferencia?
Los Factores de Transferencia informan al sistema inmunitario del organismo para realizar tres importantes funciones:
1.- Identificar un problema: El Factor de Transferencia guarda información de enfermedades pasadas y la manera en que fueron superadas para así enfrentar ataques similares en el presente o futuro.
2.- Aumentar la reacción del organismo: Los Factores de Transferencia informan en forma específica al sistema inmunológico las necesidades existentes para mejorar su desempeño.
3.- Acelerar la acción: Los Factores de Transferencia, además de identificar los problemas, acelera la respuesta del sistema inmunológico para la protección y corrección del organismo, mientras antes se genere la reacción, menos tiempo tiene la enfermedad para acentuarse.
Los Factores de Transferencia ayudan a determinar y combatir enfermedades, ayudan a aumentar la vigilancia de nuestras defensas frente a las amenazas y restauran el equilibrio en el funcionamiento del organismo.
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